Historia

La enseñanza musical, hasta 1968 en San Francisco, se había impartido solamente en institutos de índole privada, lo que, como es de suponer, la limitaba a hogares de posición económica holgada.

En 1967, el entonces intendente de la ciudad Dr. Antonio Lamberghini, apoyado por el Director del Departamento de Cultura, Sr. Jorge Giaveno, inició las gestiones ante el gobierno provincial para llevar a cabo uno de sus anhelos más grandes: LA CREACIÓN DE UN CONSERVATORIO DE MÚSICA EN LA CIUDAD.

Los trámites ante las autoridades provinciales tenían no sólo el objetivo de obtener efectivamente la creación e instalación de la institución, sino además el reconocimiento de que los títulos docentes a otorgar (el CONSERVATORIO dependería de la Dirección General de la Enseñanza Media, Especial y Superior) fuesen de validez provincial y nacional; lo cual lo haría único en su tipo en el departamento SAN JUSTO.

Transcurridos los tiempos de la burocracia; que fueran en este caso razonablemente breves, se dicta el DECRETO Nº 4587 SERIE «E». Este decreto dio existencia oficial al primer conservatorio de la ciudad de enseñanza pública. La siguiente etapa era la organización y comienzo de actividades, para lo cual se necesitaba buscar al personal idóneo, además del edificio donde desarrollar su labor. Se decidió instalar el Conservatorio en la «Casa de la Cultura» (donde había funcionado la Municipalidad) situada en 9 de Julio y Avellaneda compartiendo los muebles y los útiles con el Coro Polifónico Municipal (creado un año antes) y con el más reciente Coro de Niños de San Francisco.

En cuanto al personal, se comenzó la búsqueda de profesores en la ciudad, en aquellos institutos privados de música que ya tenían probada experiencia en la organización, así como también se contactaron profesores recibidos en Córdoba o Santa Fe, ya fueran que residieran en San Francisco o que accedieran a ejercer en la ciudad aunque tuvieron que viajar periódicamente. Una de las primeras personas en llegar al Conservatorio, mediante un ofrecimiento del Dr. Lamberghini fue la Sra. Ana Elvira Blanzari de Amuchástegui, quien estaba a cargo de un Conservatorio privado, el cual poseía un gran prestigio en el medio.

La Sra. Amuchástegui se desempeñaría no sólo como profesora del Conservatorio, sino que fue designada, debido a su capacidad organizativa, como directora interina (no puedo ser efectiva en el cargo, debido a que no tenía el título que se requería para ejercer la docencia a nivel oficial).

La demás docentes fueron llegando poco a poco. De los primeros en integrar el personal de Conservatorio (que se inició con sólo cuatro profesroas y una secretaria administrativa) tres de ellas poseían título universitario: la Sra. Norma de Canello, egresada de la escuela de Arte de Cba., la Sra. Elvira Perillo de Maggi, quien había completado sus estudios en el Conservatorio Provincial de Música Félix Garzón (Cba.) y Graciela Ardid, egresada del Instituto Superior de Música de Santa Fe.

Se había también previsto que el Conservatorio contara con una Asociación Cooperadora, dependiente en un primer momento de la propia Municipalidad.

Se convocó a inscripción de alumnos a través de publicaciones en el diario local, completándose el número de 17 estudiantes.

El día 4 de julio de 1968 se realizó el acto oficial de inauguración del «Conservatorio Provincial de Música»

Presidieron dicho acto el titular de la Dirección General de Enseñanza Media, Especial y Superior, Ingeniero Angel Mansor y la Asesora artística de dicha repartición Ana S. Bettini.

Se encontraban presentes el intendente municipal Dr. Antonio Lamberghini, el obispo diocesano Monseñor Agustín Herrera, el presidente del Banco de la Provincia de Córdoba, Dr. Mario Martínez Casas, el jefe de la guarnición militar teniente coronel Ernesto Lagleyee, otras autoridades especiales.

El primer paso ya estaba dado, ahora en más la continuidad era el desafío más grande, para lo cual el apoyo de la ciudad sería fundamental, actitud esta que se podía apreciar ya a través de un articulo periodístico de la época, cuando se manifestó que «… San Francisco es testigo de los primeros pasos de una institución que la honra, y está cierto que en el correr de pocos años el Conservatorio Provincial de Música será uno de los grandes motivos de orgullo para la ciudad, porque habrá llegado a constituirse… en un centro plasmador de cultura musical…»

El concretar estas expectativas en la realidad se convirtió en al tarea principal de la recién inaugurada institucón, lo cual nunca fue nada fácil, teniendo en cuenta que nuestro país, institucional y económicamente ha atravesado etapas realmente duras, que impactaron en todos lo órdenes, siendo el de la educación (y aún más lo referido a la educación artística) uno de los principales en sufrir los vaivenes de los cambios.